Puerto San Julián
«Alejándonos de estas islas para continuar nuestra ruta, alcanzamos a los 49° 30′ de latitud sur, donde encontramos un buen puerto y como ya se nos aproximaba el invierno, juzgamos conveniente pasar ahí el mal tiempo.
Transcurrieron dos meses antes de que avistásemos a ninguno de los habitantes del país. Un día en que menos lo esperábamos se nos presentó un hombre de estatura gigantesca. Era tan alto que con la cabeza apenas le llegábamos a la cintura. Nuestro capitán dio a este pueblo el nombre de patagones. En este puerto, el cual pusimos el nombre de San Julián, gastamos cinco meses.» Pigafetta
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